- Revisar cuidadosamente el mobiliario (dormitorio) y objetos adquiridos, especialmente, si se trata de muebles de segunda mano o dudosa procedencia.
- Hacer lo propio con los colchones, somieres y mantas.
- Vigilar el equipaje durante estancias en este tipo de alojamientos.
- Comunicar e investigar cualquier incidente relacionado con picaduras nocturnas.
- Aplicar las habituales medidas de higiene y de limpieza, tanto corporal como de los establecimientos.
- En el caso de gestores de hoteles, realizar los correspondientes tratamientos preventivos de desinfección y desinsectación exigidos por la normativa.
- Si pese a la toma de estas medidas no se consigue evitar la presencia de chinches, será necesario aplicar un tratamiento insecticida directamente en sus escondites, ya que es allí donde podremos terminar con ellas y con los huevos. Para ello, lo recomendable es requerir los servicios de una empresa especializada en el control de plagas.