La avispa velutina es de origen asiático y fue localizada en Europa por primera vez en 2004, a partir de entonces inició su expansión. Llegó a Francia, exactamente a la región de Aquitania, en un contenedor de artículos fabricados en China. A partir de este momento ha ocupado el 70% del territorio francés y desde 2010 se data la ocupación de la avispa asiática en España y otros países vecinos como Portugal, Italia, Alemania y Bélgica. A pesar de que se estimen esfuerzos en el control de plagas los insectos se expanden con gran rapidez.
En Francia, país donde más tiempo lleva instalada la especie invasora, se ha realizado el primer estudio de los nidos, a partir del seguimiento de 77 de ellos, durante los años del 2007 al 2010. La observación ha sido realizada por el Instituto de Sistemática, Evolución y Biodiversidad, el Museo Nacional de Ciencias Naturales y el Instituto de investigación sobre la biología del insecto en Tours.
A pesar de que la avispa asiática no supone problemas graves de salud pública para los humanos, pero sí para la biodiversidad, puesto que es un depredador de insectos. Su alimentación está basada en proteínas e hidratos de carbono los cuales los encuentra en los insectos, sobre todo en las abejas, que representan un 80% de si dieta, seguidos de la fruta. Es por ello que provocan estragos en la comunidad de abejas y, por tanto, consecuencias para los apicultores.
Las conclusiones de la investigación arrojan que las colonias, encabezadas por una reina, suelen formarse en primavera y van engrosando su volumen hasta otoño cuando surge el movimiento de futuras reinas, pues cada nido genera cientos de ellas. Éstas tienen el mismo tamaño que una avispa asiática obrera. A pesar de esta característica, hay dos castas diferenciadas debido al peso. La investigación ha podido comprobar que el peso del nido está relacionado con el número de ejemplares presentes, pudiendo a partir de dicho dato generar una ecuación que indique los insectos presentes en esa colonia.